MENSAJE DEL DÍA MUNDIAL DEL TEATRO


¿Para qué hace falta el teatro?Esta pregunta es la que se hacen miles de profesionales decepcionados con el teatro,y millones de espectadores aburridos de él.¿Para qué lo necesitamos?En estos años, lo que pasa sobre los escenarios es absolutamente insignificante, en comparación con lo que ocurre en plazas públicas y campos alejados de las urbes, dondese representan las auténticas tragedias de la vida real.
¿Qué significa para nosotros?Palcos y plateas pintados de oro en los teatros, butacas de terciopelo, escenarios de paredes sucias, vocesde actores bien impostadas… o todo lo contrario. Algo que tiene un aspecto completamente diferente: cajas negras manchadas de barro y sangre, con un montón de rabiosos cuerpos desnudos en su interior.
¿Qué es capaz de contarnos?¡Todo! El teatro nos lo puede contar absolutamente todo: cómo habitan los Dioses en el cielo, y cómo languidecen los presos en cuevas olvidadas bajo tierra, y cómo nos puede elevar la pasión; y cómo nos puede arruinar el amor, y cómo nadie necesita alguien bueno en este mundo, y cómo reina la decepción, y cómo vive la gente en lujosos apartamentos, mientras miles de niños se marchitan en campos de refugiados, y cómotodos ellos tienen que regresar al desierto, y cómo, día tras día, tenemos que despedirnos de nuestros seres queridos… ¡El teatro puede contarlo todo!
¡El teatro ha existido siempre y permanecerá para siempre! Y ahora, desde los últimos cincuenta o setenta años, es particularmente necesario. Porque, si nos fijamos en todas las artes públicas, podemos ver de inmediato que sólo el teatro nos ofrece una palabra de boca en boca, una mirada de ojo a ojo, un gesto de mano en mano, y de cuerpo a cuerpo, que no necesita de ningún intermediario para fluir entre los seres humanos. Constituye el lado más transparente de la luz. No pertenece ni al Sur, ni al Norte, ni al Oeste, ni al Este. Es la esencia de lapropia luz, brillando desdetodos los rincones del mundo, e inmediatamente reconocible por cualquier persona, ya sea hostil o afín a ella.
Y necesitamos teatro que siempre sea diferente. ¡Necesitamos teatro de muchas formas distintas!Y aún así, creo que entre todas las distintas expresiones y las diferentes maneras posibles de hacer teatro, suforma arcaicaresulta ahora la más demandada. Al teatro de ‘formas rituales’no se le debería oponer artificialmente el de los países ‘civilizados’. La cultura secular está siendo cada vez más castrada hoy en día. La llamada ‘Información cultural’desplaza y empuja gradualmente a estas manifestaciones sencillas, a la vez quealeja nuestras esperanzas de que se encuentren algún día.
Pero ahora puedo verlo claramente: el teatro está abriendo sus puertas ampliamente. ¡Entrada libre para todos y todo el mundo!¡Al diablo con los aparatos y las maquinitas! ¡Simplemente vayan al teatro!¡Ocupen filas enteras de los patios de butacas y las plateas! ¡Escuchen la Palabra y vean imágenes en vivo! El teatro está enfrente suya, no se despiste y no se pierda la oportunidad de participar en él. Quizá sea la oportunidad más valiosa de su vana y apresurada vida.
¡Necesitamos todo tipo de teatro! Sólo hay un teatro que seguramente no necesita nadie: el teatro de los juegos políticos; el teatro de las ‘ratoneras’ políticas; el teatro de políticos, el teatro inútil de los políticos. Lo que, con toda certeza, no necesitamos es el teatro del diario terror individual o colectivo. Lo que no necesitamos es el teatro de sangre y cadáveres, en calles y plazas, en capitales o provincias,… ¡un falso teatro de enfrentamientos entre religiones y grupos étnicos!
Anatoli Vassiliev,

Rusia,27 de marzo de 2016.

No hay comentarios:

Publicar un comentario